SERIE DE APUNTES SOBRE DIVERSOS TEMAS DEL DERECHO Y LA POLÍTICA, APUNTES QUE SIN PRETENSIÓN ALGUNA ABORDAN VARIADOS TÓPICOS

Abelardo González Zamudio

miércoles, 19 de junio de 2013

EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO. Características, método y metodología.

Características del conocimiento científico

El conocimiento científico tiene como principales características: la racionalidad, la objetividad1 y la universalidad2.

En su parte racional, el conocimiento científico está caracterizado por a) la precisión3, es decir el conocimiento exacto del entorno en el cual se desarrolla, o con Bunge (La Ciencia, su método y su filosofía, pág. 9) “que muestra coherencia con un sistema de ideas aceptado previamente” y, b) por el uso de una terminología o lenguaje propio mediante el uso de conceptos, juicios y raciocinios4. Respecto a este punto Sartori establece que el lenguaje de la ciencia debe ser  conceptualizado, crítico y especializado, pero además, debe permitir la acumulabilidad y la repetibilidad.5

La objetividad de la ciencia es, tal vez, la característica más controvertida, al menos la más discutida, o, en un intento de minimización, la más polemizada6.  La wertfreiheit7, que puede traducirse en una primera acepción, como neutralización de los valores, es decir como regla instrumental, o con Sartori como “principio regulador”8; o en un segundo término, como cancelación de valores, es decir, de nuevo Sartori, como “principio epistemológico”9, o, incluso, como consideración ontológica, “principio constitutivito… línea divisoria entre lo que es, y lo que no es la ciencia”10, o coloquialmente, en el evitar contaminar la actividad científica con sensaciones, imágenes, pautas de conducta, idiosincrasia, cultura, socialización, prácticas, etc., es, desde un punto de vista estrictamente apegado a la realidad, una falacia, cuando no una simple fantasía.

En la opinión de Rosalío López Durán, la objetividad, adoptada como valor absoluto de la cientificidad, es el camino que evita los condicionamientos en la adquisición del conocimiento, ¿pero tal teoría resulta verdadera en la empeiria aristotélica11, es decir, en el mundo que existe, en la comunidad de lo real?  De acuerdo con el doctor Francisco Covarrubias del IPN “El conocimiento científico es objetivo o puede serlo si sale bien librado de las pruebas verificatorias de la teoría desde la cual se construyó.”12, pero no porque el científico se haya despojado de la carga valorativa acumulada a lo largo de su existencia: “Las formas y contenidos de los objetos reales sean estos naturales o sociales, depende más de la concepción ontológica del sujeto que del ser en sí, por lo que al existir múltiples racionalidades científicas, existen o pueden existir múltiples maneras de pensar y concebir teóricamente los objetos reales.”13 

En mismo sentido Sartori: “En el dominio epistemológico, me parece difícil sostener que un saber científico depende en primerísimo y determinante lugar de su no valorabilidad. Quien eleva la Wertfreiheit a la categoría de requisito primario y sine qua non de la cientificidad, peca de exageración y hasta de simplismo.”14; Weber, para quien el científico debe, ante todo, tener claridad, a fin de que se encuentre en posibilidad de discernir entre las diversas posturas prácticas que deben adoptarse para afrontar un problema de importancia; la claridad le permite hacer a un lado sus propios juicios de valor respecto al problema a resolver, pero también respecto del propio trabajo científico. Siguiendo a Weber, aun cuando al científico no le es posible desprenderse de sus juicios de valor, en aras de su trabajo, sí debe intentar ningunear sus supuestos previos y renunciar a sus creencias, de otra manera corre el riego de empañar su trabajo, en caso contrario “…donde quiera que un hombre de ciencia permite la introducción de sus propios juicios de valor, renuncia a tener una comprensión plena del tema que trata”15; y Bunge, para quien la objetividad trata únicamente de que la actividad científica “concuerda aproximadamente con su objeto; vale decir que busca alcanzar la verdad fáctica, y [que] verifica la adaptación de las ideas a los hechos”16 estamos de nueva cuenta en el principio: la objetividad de la ciencia como regla instrumental o principio regulador, y no como consideración ontológica o principio constitutivo.

Finalmente, la combinación de precisión, uso de categorías, conceptos, hipótesis etc., y la no valorabilidad de acuerdo con un método y cobijado por una metodología, es lo que permite considerar la universalidad de la ciencia como conocimiento; aquí, es posible distinguir entre la universalidad como validez geográfica exhaustiva, que vale en cualquier lugar, y universalidad, en el sentido aristotélico, es decir como un continuum que se expresa mediante  [el]17 discurso en el que ciertas cosas habiendo sido establecidas, alguna otra…  se sigue por necesidad”18

Metodología y método

En busca del entendimiento acerca de la metodología y el método, es posible partir de definiciones simples. Mientras por método es factible identificar la actividad científica como conjunto de pasos, o de procesos, que conforman el camino u objetivo al que el científico quiera llegar, y se presenta como parte del modelo paradigmático de cada campo científico, que permite al sujeto de la actividad científico comprobar o refutar teorías; por metodología es posible conceptualizar el conocimiento teórico de técnicas, experimentos, análisis, y juicios, es decir, al proceso abstracto de se da entre el científico como sujeto de la actividad científica, y el objeto de la ciencia, en otras palabras la lógica de la ciencia.

En la construcción de la definición de método científico López Durán recurre a las superadas definiciones del método como una serie de pasos19, para más adelante enlazarlo al “propósito específico de la obtención de conocimiento con ciertas características”20 La mejor definición de método científico nos las da Mario Bunge “lo que hoy se llama método científico no es ya una lista de recetas para dar con las respuestas correctas a las preguntas científicas, sino el conjunto de procedimientos por los cuales a se plantean los problemas científicos y b se ponen a prueba las hipótesis científicas.”21, se trata pues de un saber instrumental, de la respuesta a ¿cómo se hace ciencia?

Por otra parte, hablamos, metodología: en términos de una teoría, es decir, del estudio de algo, en este caso de aquel saber instrumental, es, pues, la teoría de la investigación. Respecto a ella, Mario Bunge señala dos características: a) “es descriptiva en la medida en que descubre pautas en la investigación científica” y b) “es normativa en la medida en que muestra cuáles son las reglas de procedimiento que pueden aumentar la probabilidad de que el trabajo sea fecundo”.22 En el mismo sentido, como teoría de conocimiento científico, López Durán cita a Roberto Miguelez.23 y a Abbagramo quien especificando aborda la metodología como “el análisis de las condiciones y los límites de validez de los procedimientos de investigación, y de los instrumentos lingüísticos del saber científico”24, para establecer finalmente su propia definición: “Estudio del método o de los sistemas generales del conocimiento y de su aplicación en la investigación científica.”25

Positivismo

Dada su notaria alusión como método de investigación científica, siempre es importante abordar, así sea de manera somera, el análisis del positivismo. De acuerdo con Carlos-Ulises Moulines26, el positivismo más que un conjunto de tesis establecidas, consiste en una determinada actitud mediante la cual se asume la forma de construir el conocimiento, actitud que ha evolucionado durante mucho en el tiempo, es decir, que se encuentra vigente aun en nuestro días. En ese sentido en los fundamentos de tal actitud se encuentra la premisa base de que partiendo de los hechos observables,  y sometidos los mismos a estudio  mediante el método científico, es como se llega o construye el único conocimiento verdadero, a saber, el conocimiento científico.

El positivismo, como teoría del conocimiento, pretende atenerse a los hechos y, a partir de la observación de los mismos comprenderlos mediante el estudio de la producción y validación del conocimiento científico. No importa la rama del conocimiento de que se trate, todo puede ser pasado por el ojo de la aguja de la ciencia experimental.

Lo característico de positivismo27 como método científico es la observación como base del conocimiento; proceso científico objetivo, es decir, libre de valoraciones subjetivas, en otras palabras, experimentación como neutralidad del sujeto; y formulación de enunciados demostrativos, es decir, teorías e incluso leyes contrastadas. En resumen, el método positivista, que es del tipo inductivo, empieza por la observación, sigue con la comparación y termina con la enunciación de proposiciones en forma de teorías y leyes.

Es posible entonces tratar de conceptualizar el positivismo la actitud o corriente de pensamiento filosófico-científico que trata de explicar cómo se llega al entendimiento de cosas, partiendo de la observación y la aplicación de un método científico experimental. 


NOTAS:
1.     Mario Bunge, La Ciencia, su método y su filosofía, cap. I, ¿Qué es la ciencia?, pág. 15.
2.     López Duran adiciona a las características de racionalidad y objetividad la de universalidad. Rosalío López Durán, Metodología Jurídica, pág. 13.
3.     Para el sentido de precisión como conocimiento del entorno: López Durán, op, cit. pág. 13 y ss.
4.     Mario Bunge, op, cit. pág. 15.
5.     Giovanni Sartori, La Política, Lógica y método en las ciencias sociales, capítulo VIII La política cómo ciencia, en especial VIII.4 Cientificidad y no valorabilidad, págs. 246.
6.     Para un tratamiento de la objetividad de la ciencia, como tema controversial de las ciencias sociales: Beauregard González, El concepto de objetividad en las Ciencias Sociales y la Administración Pública en Revista de Administración Pública, IIJ-UNAM, número 53, pág. 303 a 317. Consultable en: http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/rap/cont/53/pr/pr16.pdf  Fecha de consulta mayo 11 de 2013.
7.     Op. cit., págs. 248 y ss.
8.     Ibídem, pág. 252.
9.     Ibíd. Pág. 253.
10.   Id.
11.   Rolando Tamayo, op. cit. pág. 75.
12.   Francisco Covarrubias, El Carácter Relativo de la Objetividad Científica, Cinta de Moebio, Revista de Epistemología de Ciencias Sociales, Nº 28 - Marzo – 2007,Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional, Unidad Michoacán del Instituto Politécnico Nacional, consultable en: http://www.facso.uchile.cl/publicaciones/moebio/28/covarrubias.pdf. Facha de consulta mayo 11 de 2013.
13.   Ibídem.
14.   Sartori, op. cit. pág. 253.
15.   Max Weber. El político y el científico, La ciencia como vocación. Versión electrónica publicada en: http://www.hacer.org/pdf/WEBER.pdf, (fecha de consulta mayo 13 de 2013) Pág. 51. Un buen análisis sobre la postura de Weber respecto a la ciencia libre de valores, se encuentra en: EL SIGNIFICADO DE LA “CIENCIA LIBRE DE VALORES” EN LA SOCIOLOGÍA COMPRENSIVA DE MAX WEBER, autoría de Julián Sauquillo Universidad Autónoma de Madrid, consultable en: http://ocw.innova.uned.es/ocwuniversia/filosofia/filosofia-de-las-ciencias-sociales/bibliografia-1/SauquilloWeber.pdf MAyo 13 de 2013.
16.   Bunge, op. cit. pág. 10.
17.   El entre paréntesis es del autor de este trabajo, si incluye como un facilitador de la lectura y comprensión de las citas textuales.
18.   Aristóteles en la Analytica Posteriora, citado por Rolando Tamayo y Salmorán, en Racionamiento y Argumentación  Jurídica,  El  paradigma  de  la  racionalidad  y  la  ciencia  del  derecho,  pág. 80.
19.   López Durán, op. cit. pág. 166.
20.   Ibídem, pág. 167.
21.   Mario Bunge, La Ciencia, su método y su filosofía, cap. II, ¿Cuál es el método de la ciencia?, pág. 50.
22.   Ibídem, pág. 51.
23.   López Durán, op. cit. pág. 124.
24.   Ibídem, pág. 126.
25.   Ibíd. 175.
26.   Universidad de Barcelona, Cuadernos Críticos de Geografía Humana, Año IV.   Número: 19, Enero de 1979. Interesante postura la del maestro catalán Carlos-Ulises Moulines,  para quien “los orígenes históricos de la filosofía positivista de la ciencia deben buscarse no en el supuesto fundador del positivismo como sistema filosófico, Auguste Comte, sino en los trabajos de investigación de fundamentos de las ciencias empíricas (especialmente de la mecánica) emprendidos antes y sobre todo después de Comte.” Consultable en: http://www.ub.edu/geocrit/geo19.htm, fecha de consulta mayo 17 de 2013.
27.   El paradigma positivista y la concepción dialéctica del conocimiento, Luis Gerardo Meza Cascante, Escuela de Matemática, Instituto Tecnológico de Costa Rica. Consultable en: http://www.tec-digital.itcr.ac.cr/revistamatematica/ContribucionesV4n22003/meza/pag1.html, fecha de consulta mayo 17 de 2013.



   
BIBLIOGRAFÍA:

-         Easton, David. Esquema para el análisis político. Amorrortu editores. Buenos Aires, 1982.

-         López Durán, Rosalío. Metodología Jurídica. IURE Editores, México. 2002.

-         Mario Bunge, La Ciencia, su método y su filosofía, cap. I, ¿Qué es la ciencia?, Serie de ensayos publicados en: http://www.aristidesvara.net/pgnWeb/metodologia/metodo_cientifico/naturaleza_metodo/bunge_libro_aristidesvara.pdf

-         Sartori, Giovanni. La Política, Lógica y método en las ciencias sociales. Trad. Marcos Lara. Fondo de Cultura Económica. Primera reimpresión a la tercera edición en español. México. 1993.


-         Tamayo  y  Salmorán, Rolando. Racionamiento y Argumentación  Jurídica,  El  paradigma  de  la  racionalidad  y  la  ciencia  del  derecho,  Capítulo  III.   IIJ-UNAM, México 2003.